Noruega, la cuna del black metal, nos ha dado muchas alegrías con grupos que ya forman parte de la historia reciente del metal. Por citar algunos: Immortal, Emperor, Satyricon, Ancient, Mayhem, Burzum... Aunque, curiosamente, se le otorga el privilegio de la creación de este género del metal a un grupo británico llamado Venom, con un disco que tenía por título Black Metal. Un disco bastante mediocre, con una pésima producción. Siguiendo con el país escandinavo, otro grupo procedente de allí es Dimmu Borgir. Con obras maestras como el Stormblast (reeditado el pasado año) y Enthrone Darkness Triumphant, siguen produciendo discos, aunque ya sin alcanzar esas altas cotas de calidad que dejaron en el pasado. Con este nuevo trabajo continúan, a mi entender, descendiendo en una ola de mediocridad y aburrimiento. Con un batería tan bueno como es Nick Barker (el ex de Cradle Of Filth), desaprovechado por completo, pues sólo un par de canciones cuentan con momentos rápidos y contundentes, donde el bueno de Barker puede desahogarse un poco. En cambio, el segundo vocalista y bajista del grupo, Vortex (ex miembro de otro grupo noruego, Borknagar), ha cobrado mayor protagonismo con esa voz chillona, casi de nenaza, que empalaga casi todo el disco. El vocalista y líder de la banda, Shagrath, por su parte, sigue cumpliendo bien. Me sigue pareciendo uno de los mejores vocalistas del panorama metalero. El disco también tiene excesivos momentos de teclados y de etéreas melodías, que lo hacen demasiado lento. En definitiva, no ofrecen nada destacable y nuevo con este In Sorte Diaboli. En octubre se acercan por España, pero si todos sus conciertos son como el que yo presencié, no os lo recomiendo (una hora escasa tocando y encima se despidieron del público haciendo un "calvo"). Una pena que una gran banda como Dimmu Borgir sea una pobre sombra de lo que fue (aunque no dudo que venderán mucho más que antes).
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