El hombre Durmiente


Las historias de agentes secretos y género negro siempre me han atraido. Los personajes suelen ser de lo más interesantes y las historias suelen contar con grandes dosis de acción, traiciones, amores imposibles y mucho misterio. James Bond podría estar dentro de ese grupo, pero para mí el agente 007 siempre ha carecido de un auténtico carisma y se ha rodeado de mujeres muy bellas pero a la vez demasiado ingenuas. Aunque la última entrega, Casino Royale, me ha parecido magnífica. Otra de mis debilidades son los cómics, así que si juntamos ambos, nos encontramos con Sleeper. Un cómic de agentes secretos muy particular. Holden Carver es un agente secreto de Operaciones Internacionales (OI), que un día sufre un accidente durante una misión. Ese accidente cambia su cuerpo, consiguiendo que no sienta ningún tipo de sensación, pero pudiendo acumular el dolor y transmitiéndoselo a otra persona con solo tocarla. Con ayuda de su jefe, John Lynch, Carver se infiltra en una organización criminal liderada por Tao, un hombre sin escrúpulos que tiene el extraño poder de conseguir que los demás hagan siempre lo que quiere. El único que sabe que Holden está infiltrado en la organización es Lynch, pero cae en coma y el agente secreto se queda solo. A partir de aquí, Carver queda atrapado entre dos mundos sin saber muy bien cómo salir. Sus mejores amigos son ahora criminales con poderes metahumanos, y su amante y la mujer a la que ama es Misery, una desequilibrada asesina que consigue poder con el dolor ajeno. Aunque siente una especial debilidad por Carver. En los 4 tomos que Norma Editorial ha editado hace poco, recopilando la serie completa, nos sumergimos en un mundo de dolor, sexo, muerte y traición. Mundo en el que Holden es una mera marioneta aunque lucha por cambiar eso. Ed Brubaker, el guionista, logra una magistral obra, con unos diálogos increíbles, que en principio debía ser de sólo 12 números pero que continuó gracias a que la crítica la alabó. El dibujante y portadista, Sean Phillips, consigue ser el complemento perfecto de Brubaker, convirtiendo a Sleeper en un cómic que no puedes perderte.

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