II Concurso microrrelatos del Ayuntamiento de Madrid

Las Bibliotecas Públicas del Ayuntamiento de Madrid convocaron hace un par de meses el II Concurso de Microrrelatos, en el que la "norma" imprescindible era que, al menos una vez, figurase el nombre de un personaje de cómic sin que necesariamente ese fuera el tema principal del texto. Se podían enviar hasta dos microrrelatos por persona, y eso hice yo, envié dos, los cuales os cuelgo más abajo. Con uno de ellos fuí finalista y, aunque no gané, debo decir que me siento muy satisfecho con mi diploma y el libro de regalo. La verdad es que los tres relatos ganadores son buenos, sobre todo el primero. Para ver todos los relatos finalistas y ganadores, pinchad aquí.

Microrrelato finalista

SOMBRAS

Llevaba casi dos horas delante del portal. Hacía veinticinco minutos que ella había entrado. Ricardo estaba seguro de que no le había visto. Aunque después de cuatro largos años, probablemente no le reconocería. Se acercó al portal y posó su dedo índice derecho sobre el botón del interfono que correspondía al piso de ella. Sólo tenía que ejercer una ligera presión y oiría su añorada y hermosa voz al otro lado de aquel pedazo de plástico de color gris. Tenía miedo, no podía imaginar cómo reaccionaría ella al verle. Tanto tiempo escondido, alejado de lo que más amaba. De pronto pensó en el superhéroe al que admiraba de pequeño, Spiderman. No porque se sintiese como él, con grandes poderes, sino porque estaba atrapado, enmarañado en el pasado, como una telaraña gigantesca de la que no podía soltarse. Su mano aún levantada empezó a temblar. Sólo era necesaria una ligera presión...

Microrrelato presentado a concurso

PERSPECTIVA

Era el número 27 de Detective Comics. El original de mayo de 1939, donde el mejor personaje de cómics de la historia, Batman, hizo su primera aparición. Tardó años de su vida en conseguirlo, pero tras muchos esfuerzos y una gran suma de dinero, fue suyo. Ahora está en sus manos, hecho pedazos. Todo porque su hermano pequeño se encaprichó con él. El preferido de papá. Le repitió mil veces que ese cómic nunca sería suyo. En lugar de aceptarlo, se abalanzó y empezó a destrozarlo con las manos, poseído por una rabia inhumana. Tal acto no podía quedar sin castigo, así que no tuvo más remedio que apuñalar a su hermano tantas veces como páginas había arrancado de aquella obra de arte. Estaba salpicado de sangre, remendando las páginas, cuando su padre entró y, roto de dolor, le preguntó porqué había matado a su hermano por un catálogo de electrodomésticos.