Mientras se ruedan las nuevas temporadas de House y Perdidos, llega a las pantallas una nueva serie que seguro no dejará a nadie indiferente. Es una de esas series que enganchan desde el principio, por lo que cuenta y por como lo cuenta. Me refiero a Prison Break. Empezó hace pocas semanas en La Fox (canal que retransmite mediante plataforma digital) y la semana pasada hizo lo propio en La Sexta, consiguiendo este canal una audiencia que sólo había conseguido en las retransmisiones de futbol ó baloncesto. Prison Break cuenta como Michael Scofield (interpretado por Wentworth Miller) comete un delito con la idea de ser encerrado en la misma prisión donde se encuentra su hermano, Lincoln Burrows (Dominic Purcell), el cual ha sido sentenciado a la silla eléctrica por un asesinato sensacionalista del cual es inocente, y sólo le queda un mes para que esa sentencia se lleve a cabo. Una vez en prisión, Michael tiene planeado con total precisión la forma de escapar y liberar así a su hermano de una muerte injusta. Para ello, y gracias a que es ingeniero estructural y ha tenido ocasión de ver los planos de la prisión, se ha tatuado todo el cuerpo de forma que lleva esos planos camuflados en su propia piel. Pero los planes empiezan a torcerse y deberá hacer frente a las inesperadas dificultades con su mente privilegiada. Mientras, una antigua novia de Lincoln y abogada, decide reabrir el caso e investigar por su cuenta, con los riesgos que ello conlleva. Me ha hecho especial ilusión ver a Stacy Keach en la serie (¿alguien recuerda a Stacy haciendo de Mike Hammer en la mítica serie del investigador?). Lo dicho, no os perdáis esta genial serie, lo vais a pasar en grande entre los barrotes.
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