Entrevista a Manel Cráneo

Fotografía de Alberte Peiteavel
Manel Cráneo es un autor que lleva muchos años relacionado con el mundo de la historieta. Este año ha publicado su obra más ambiciosa: Os Lobos de Moeche, con la cual está empezando a tener el reconocimiento que se merece.

SEVENTEEN CÓMICS: ¿Después de tantos años en el mundo de la historieta y del dibujo, que balance harías?
MANEL CRÁNEO:
El camino que elegí es largo y lento. En cerca de 16 años he realizado cientos y cientos de páginas que por desgracia están dispersas por infinidad de fanzines y revistas. Mi primer album es de 2005 y este año he sacado el segundo. Me da la impresión de que he empezado a existir como autor a raiz de esto y me gustaría poder rescatar bastantes de las historias cortas que tengo a mis espaldas en algún recopilatorio, pero no es tarea fácil. Por lo demás estoy contento porque he conseguido aprender muchas cosas y reinventarme en cada página. Además consigo llegar a fin de mes gracias a mi trabajo, que no es poco.

S.C: Como profesional ¿cuál es tu opinión sobre el estado actual del cómic en España?
MANEL:
El panorama profesional ha avanzado mucho en los últimos 10 años y en Galicia especialmente en los últimos 5 gracias a la labor asociativa que estamos haciendo la mayor parte de los autores. Hemos conseguido potenciar entre todos el cómic y haciendo que poco a poco vaya ganando el respeto que merece por parte de la sociedad. Por ejemplo, para mucha gente la palabra cómic ya está dejando de ser un sinónimo de “algo para niños” y se empieza a valorar la profesión con el respeto que se merece. Ahora bien, a otros niveles, como en el contractual o económico, tenemos mucho que mejorar, seguimos sin poder vivir de esto en exclusiva porque el mercado español gira sobre todo en torno al manga y el cómic americano que según las editoriales es lo que les da de comer.
Seguimos teniendo un grave problema económico, creo que en este año 2009 nadie que trabaje en una historieta para cualquier editorial, debería de estar cobrando menos de 300 euros por página en color para que el trabajo de realización de la misma compense y de ahí para arriba. Si te paras a pensarlo compensa más económicamente hacer una ilustración que una página de cómic, cuando en la segunda puede haber entre 5 y 10 ilustraciones, es injusto.

S.C: ¿Cómo ha sido la experiencia de realizar la novela gráfica Os Lobos de Moeche? ¿Cuánto tiempo te ha llevado?
MANEL:
Hacía muchos años que quería hacer algo sobre este tema. El album lo hice en dos meses, muy poco tiempo, aunque llevaba años leyendo libros sobre este capítulo histórico y debido a esto tenía hecha gran parte de la fase de documentación. Conseguí que Euroeume financiase la edición y eso facilitó las cosas para que pudiese pararme a hacerlo pero a cambio había que cumplir un plazo de entrega.
En general la experiencia ha sido muy gratificante, poder trabajar en tu propia historia es una gran satisfacción cuando uno se pasa jornadas enteras dedicándose a encargos de tipo alimenticio.

S.C: Si no me equivoco, es tu primera obra como autor completo (guión y dibujo), al margen de las historietas para diversas revistas que has hecho a lo largo de tu carrera. ¿Te has sentido más cómodo ocupándote de toda la obra o prefieres trabajar con un guionista, como por ejemplo en Damsmitt, donde trabajaste con Kike Benlloch?
MANEL:
Son dos formas diferentes de afrontar una obra. La verdad es que me siento cómodo trabajando con guionistas. Lo hice Con Carlos Amil en la serie A Fraga Milmañas, para la revista Golfito, durante varios años. Eran historias de una o dos páginas en algún caso y en clave de humor. Con Kike hice Damsmitt, como bien dices, que es otra cosa diferente, una novela gráfica de más extensión, con otro registro diferente y un tono más dramático, otro ejercicio a diferentes niveles. Ambas experiencias me parecieron productivas y enriquecedoras. Con Carlos aprendí muchas cosas sobre como contar historias porque es un gran narrador y con Kike conseguí romper el reto de afrontar una obra de más extensión.
En cuanto a Os Lobos de Moeche, es un proceso diferente porque al crear yo mismo la historia la conexión entre dibujo y guión la vives de una manera diferente, es una simbiosis perfecta y disfruté a tope del proceso. En mi caso, que más que dibujante me considero ilustrador y contador de historias, trabajar en solitario me llena mucho porque tengo la necesidad innata de contar las mías propias, cosa que llevo haciendo durante más de 15 años en diversas revistas y fanzines.

S.C: Os Lobos de Moeche está basado en hechos históricos de Galicia, concrétamente durante la Revuelta Irmandiña. ¿Qué ocurrió en esa Revuelta y porqué te ha parecido interesante trasladarlo a la historieta? ¿Tuviste que buscar mucha información sobre la época?
MANEL:
Hace años que leo cualquier cosa que cae en mis manos sobre este tema, aunque no soy ningún especialista, tan solo un interesado en este tipo de temática por lo que la idea ya merodeaba desde hacía años en mi cabeza.
En ese capítulo histórico ocurrió algo muy importante en Galicia, se dio uno de los primeros alzamientos del pueblo contra el poder opresor que ejercía la nobleza y que llegó a triunfar, aunque por desgracia no por demasiado tiempo porque había demasiados intereses particulares en la causa común. Pero fue un auténtico grito a favor de las libertades individuales y en contra de la tiranía y de los sistemas dictatoriales. El sistema feudal nación para que los caballeros defendiesen a los campesinos de posibles invasiones y a finales del siglo XIV y en el XV, eran los propios señores feudales los que abusaban de sus defendidos a base de violencia y subidas de impuestos descabelladas para poder pagarse ellos sus caprichos.
Después de ver tantas películas y cómics sobre capítulos de esta época, siempre pongo de ejemplo a Braveheart, creo que iba siendo hora de contar uno de los que ha vivido Galicia en sus propias entrañas. A veces vemos una película de la edad media y no nos damos cuenta de que aquí también se asaltaron fortalezas a golpe de ariete y catapulta. En la revuelta irmandiña de 1467 se tiraron abajo más de 140 fortalezas a lo largo de toda Galicia, si eso no es para contar en un libro cierra y vámonos. Me parecía una pena que nadie de momento se hubiese parado a hacer nada sobre este asunto en cómic.


S.C: La novela gráfica en cuestión ha sido editada bajo el sello de Demo Editorial. ¿Esta nueva editorial ha sido creada por ti para dar salida a la obra? ¿Tienes pensado editar más obras con Demo Editorial?
MANEL:
La idea es aprovechar el soporte editorial para seguir sacando cosas, sin prisa eso sí. La idea no es entrar a competir en el leonino mercado editorial sino que la editorial sea una plataforma de edición para nuevas ideas que vayan saliendo tanto personales como de otros autores. Pero no va a ser un sello al uso sino que intentará moverse al margen del mercado y buscando también nuevos circuitos.

S.C: ¿Qué resultado de ventas y aceptación está teniendo Os Lobos de Moeche?
MANEL:
Fantástico, al ritmo que lleva creo que a finales de verano es probable que se agote la primera edición y las críticas son buenas. No pensé que fuese a tener tanta aceptación. Además aun saliendo a finales del curso escolar algunos colegios apuraron a comprarla para usarla para hacer comentarios de texto.

S.C: ¿Te importan las críticas, te sirven para algo, o prefieres mantenerte al margen y hacer lo que te gusta?
MANEL:
Creo que cualquiera que diga que no le importan las críticas es un cínico. A nadie le da igual que hablen de su obra, ni para bien ni para mal. Ni siquiera para alguien con una actitud ligada a la cultura punk como es mi caso. Puedes pasar de todo a la hora de no dejar que una crítica dura te arruine el día de una manera muy sencilla, analizando lo positivo que puedes sacar de ella y utilizándolo a tu favor en tu siguiente trabajo. Intento aprender de las críticas positivas y sobre todo de las negativas siempre y cuando sean constructivas. De todas maneras cuando estas creando lo haces siempre para satisfacción propia y debes de ser sincero con lo que haces porque si piensas en el que dirán probablemente cagarás un truño. Y más hoy en día, donde parece que todo es políticamente incorrecto y que cualquier palabra que digas puede estar molestando a alguien. Puedes valorar las críticas pero no dejar que estar expuesto a ellas condicione tu obra porque por encima de todo tienes que ser tu mismo si quieres que tu obra tenga personalidad propia.

S.C: Durante varios años fuiste presidente de la AGPI (Asociación Galega de Profesionais da Ilustración). ¿Qué recuerdos tienes de aquella época? ¿Por qué crees necesario que exista la AGPI?
MANEL:
Tengo muy buenos recuerdos y de hecho sigo de vocal en la directiva y de vicepresidente en FADIP. Me toco levantar la asociación desde cero, solo existían los estatutos cuando yo llegué a la presidencia. Me rodeé de un excelente equipo de trabajo, gente con mis mismas inquietudes y ganas de trabajar por intereses comunes y eso fue la clave del éxito de AGPI, comenzamos a crecer como la espuma y en cerca de 7 años que han pasado desde entonces nos hemos instaurado como el punto de referencia profesional en Galicia.
Cuando naces con la necesidad de trabajar en pro de tus derechos, haces el bien y no miras a quien. Y así funcionamos la gente que reparte su tiempo en causas como AGPI, de manera altruista. Creo que ayudar a los demás a fin de cuentas no deja de ser también una forma de luchar por lo tuyo propio. Si con AGPI conseguimos mejoras para la profesión, esas mejoras son a favor de todos, incluso de los autores no asociados. Un ejemplo sencillo por el cual es necesario que existan las asociaciones de ilustradores:
Tu empiezas y no sabes cuanto cobrar por un trabajo, acudes a AGPI y se te da asesoramiento para que no te quedes corto y sepas en torno a que se debe de cobrar en cada caso.
Además tienes acceso a información legal, contractual, actividades relacionadas con la profesión, una lista de correo donde participan nuevos y veteranos y donde se generan debates y se responden consultas, etc, etc, etc.
El simple hecho de poder estar en contacto con ilustradores veteranos, para un chaval que empieza es vital. Todos los grandes artistas aprendieron de sus maestros o antecesores. Estando en contacto con otros ilustradores, si lo aprovechas, puede servir para que uno se enriquezca más profesional y personalmente. Ahora bien, cada cual se asocia y explota la asociación a su medida, hay gente que se asocia simplemente por tener acceso a una cobertura legal y no le importa demasiado relacionarse más o menos con los demás y otros casos, pero eso es lo de menos, el caso es que exista una plataforma común de debate y defensa de nuestros derechos como trabajadores y que tenga el suficiente peso como para representarnos y hacer de mediador ante las instituciones públicas y la sociedad en general y la AGPI a ese nivel ha supuesto el escaparate perfecto. La verdad es que esta pregunta me daría para hablar durante muchas horas.

S.C: ¿Qué proyectos a corto y medio plazo tienes?
MANEL:
Ahora mismo trabajo en la serie Planeta Mincha que se publica mensualmente en la revista Viralatas, un magazine cultural de distribución gratuita en Galicia. Además estoy preparando un álbum ilustrado que espero se publique el año que viene ambientado en esa misma atmósfera. También estoy intentando mover algún proyecto con mis historias de muertos, otro tema que me encanta tocar porque me da mucho juego. Al margen de esto tengo bastantes proyectos de historia larga encarpetados esperando a que llegue su momento. Sobre esta última temática publico historias también en la revista Barsowia.

S.C: ¿Te gustaría trabajar con alguien en concreto en algún proyecto?
MANEL:
Estoy a vueltas desde hace varios años para dibujar un album con Carlos Amil del que el ya tiene casi cerrado el guión. Por otra banda tengo apuntes para un guión que podría dibujar Santy Gutiérrez. Ponerme al otro lado es algo que también me interesa mucho porque a fin de cuentas lo que me gusta es crear historias y algunas probablemente las puedan dibujar otros mejor de lo que lo haría yo. Hay cierto tipo de registros en los que yo no me metería a la hora de dibujar un cómic pero eso no quita que no se me ocurran historias de ese corte que puedan dibujar otros.

S.C: ¿Has pensado en probar suerte en otros mercados, como por ejemplo el franco-belga?
MANEL:
No de momento. No obstante me interesa mucho porque para lo que yo hago es el mercado industrial más cercano y en el que mejor podría encajar mi trabajo. Pero no fuerzo la situación prefiero que las cosas se vayan dando poco a poco, si tiene que salir algo por ahí supongo que acabará saliendo cuando llegue el momento.

S.C: ¿Conoces la AACE (Asociación de Autores Españoles)? ¿Qué te parece?
MANEL:
La conozco pero desconozco totalmente su funcionamiento. Desde FADIP se ha hecho algún intento de acercamiento a esta asociación porque creemos que podría ser un buen aliado para la federación de asociaciones. Si entre sus objetivos está luchar por los derechos de la profesión creo que ya está tardando en llegar ese acercamiento porque la unión hace la fuerza. Ahora mismo FADIP está integrada por cinco asociaciones regionales (Madrid, Barcelona, Valencia, País Vasco y Galicia) y en breve entrarán dos comunidades más (Andalucía y probablemente Canarias). La diferencia entre todas estas y la AACE, es que esta solo tiene socios autores de cómic y guionistas y en las asociaciones de ilustradores damos cabida a cualquier tipo de dibujante (humoristas, caricaturistas, ilustradores de literatura infantil y juvenil, comiqueros, animadores, etc.), por lo demás hay una serie de objetivos comunes por los que podríamos luchar juntos usando la FADIP como plataforma de acción.

S.C: Para terminar, me gustaría que dieses algún consejo o hicieses algún comentario a gente que empieza en el mundo de la historieta y que aún no sabe lo duro que es :D
MANEL:
Paciencia y perseverancia. Dedicarle tiempo diario. No hundirse si al principio las cosas no salen. Apostar por uno mismo, creer en lo que haces y ser sincero cuando lo haces y sobre todo ser autocrítico no conformándote con lo primero que salga. Y asociarse para aprender de los veteranos que eso es algo que cuando yo empecé no existía y ayuda mucho a prevenir situaciones no deseadas y a valorar económicamente el trabajo como se merece.


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