Reseña: V Wars

A estas alturas todos debemos saber qué es un vampiro, pero, por si acaso, hagamos un repaso con esta definición de WikipediaUn vampiro es, según el folclore de varios países, una criatura que se alimenta de la esencia vital de otros seres vivos (usualmente bajo la forma de sangre), para así mantenerse activo. En algunas culturas orientales y americanas aborígenes, esta superstición es una deidad demoníaca o un dios menor que forma parte del panteón siniestro en sus mitologíasEn la cultura europea y occidental, así como en la cultura global contemporánea, el prototipo de vampiro más popular es el de origen eslavo, es decir, el de un ser humano convertido, después de morir, en un cadáver activo o retornado depredador chupador de sangre.

Bien, una vez "situados", lo que nos vamos a encontrar en este V Wars es, como su nombre sugiere, una guerra entre hombres y vampiros. Para ello, el guionista, Jonathan Maberry, ha optado por el algo "manido" recurso de un virus. En este caso un virus muy antiguo, liberado por el deshielo de los cascotes polares. Muchos humanos se convierten en vampiros y estalla una guerra cruel (creo que no existe otro tipo de guerra), que Maberry aprovecha como pretexto para trasladar una clara y contundente crítica al miedo hacia lo desconocido, los prejuicios, el pensamiento más conservador... y toda la violencia que ese "cóctel" desencadena. Algo, desgraciadamente, que forma parte de nuestra actualidad más cotidiana. De hecho, me da la sensación de que está tan concentrado en remarcar esa crítica latente, que muchas veces se "desborda" un poco, produciendo cierta saturación en el mensaje y siendo algo repetitivo, con diálogos, por momentos, excesivamente extensos que ralentizan la narración y "encorsetan" a los propios personajes. Para que os hagáis una idea, recuerda un poco al estilo de Kirkman en su popular Walking Dead, pero con la diferencia que Maberry no es Kirkman y no se maneja tan bien. Al margen de esto, que debéis tenerla en cuenta como lo que es, una opinión subjetiva, la historia resulta entretenida y deja entrever que aún queda mucho por contar, prometiendo emociones fuertes en siguientes entregas.
En lo que respecta al apartado gráfico, Alan Robinson cumple, con momentos brillantes, sobre todo en las splash page, donde se le nota cómodo, pero con un exceso de planos cortos, de escasos fondos, que produce una falta de "oxígeno" en la narrativa y no ayuda a situarte en algunos momentos de la lectura. 




Los personajes, esa parte fundamental en cualquier historia, conductores de la acción y los hechos narrados, también cumplen, aunque hecho en falta cierta frescura en la propuesta que se hace de ellos. Sobre todo en la periodista, una figura que recuerda a otros tiempos, algo tópica, y que, por el momento, está desaprovechada para trasladar esa idea crítica de Maberry con mucha más fuerza. Aunque el final de este primer volumen hace pensar que es un personaje que va a sufrir una interesante evolución. 
La Editorial Drakul, después de 13 años de existencia y a pesar de su nombre, no había publicado aún ninguna obra de vampiros. La edición, como de costumbre en ellos, no tiene ningún "pero", con la excelente maquetación a cargo de David Buceta, y una galería de portadas de Ryan Brown que es una gozada.
En resumen, después de esta primera entrega de V Wars, la sensación que tengo es que esto es solo la punta del iceberg, como se suele decir, y que lo que sabemos hasta ahora, no es suficiente para hacernos una idea amplia y concreta de lo que Maberry tiene en mente contarnos. Por lo que merece una oportunidad y un voto de confianza. Ah, y también podréis ver la serie en Netflix próximamente, así que tenemos vampiros para una buena temporada (o temporadas).



Primera edición: octubre 2019Guion: Jonathan MaberryDibujo: Alan RobinsonRústica con solapas. 17 x 24,5 cm
Color. 120 páginas
PVP: 15,34 euros (15,95 euros IVA incluido)
ISBN: 978-84-949237-5-3
BIC: FX, FK, YFW

Sinopsis

Un antiguo virus liberado en el deshielo de los casquetes polares convierte a gran parte
de la población mundial en vampiros. Solo un cierto porcentaje son asesinos que no
pueden refrenar sus instintos, el resto pueden seguir una vida “normal”
alimentándose de la sangre de animales. Pero los humanos no infectados temen a los
vampiros y les atacan creando una discriminación racial dentro de la población que enfrenta a vecinos, amigos, compañeros de trabajo y miembros de la misma familia entre sí, y de la que es cómplice el propio gobierno americano. El Dr. Swann, experto en los mitos y folklore de los vampiros, intenta mediar en Estados Unidos aportando algo de cordura en el conflicto, pero se verá inmerso en una compleja conspiración política. Jonathan Maberry y Alan Robinson desencadenan una batalla sin fin para la supervivencia de la raza humana.

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