Calahorra, una ciudad española de La Rioja con una extensión de 91,41 km2, 30.000 habitantes y ni una sola librería especializada de cómics. Pero sí hay afición y pasión por el "mundillo" y eso es esencial para lanzarse a la aventura de organizar unas jornadas (las primeras) bautizadas como Calacómic.
Cuando me propusieron ir hasta allí me pareció una idea de pu..., una idea estupenda, así que el viernes por la mañana embarqué en mi nave de cuatro ruedas y gran consumidora de gasolina, y recogí a David Buceta en la estación de tren. El viaje, aunque largo, se hizo ameno, aderezado con conversaciones decisivas para el destino del mundo del cómic, argumentos e ideas que quizás algún día cobren vida (o no), y fórmulas para hacernos ricos intentando hacer el menor esfuerzo posible (y sin jugar a la lotería). Llegamos por la tarde, nos instalamos en nuestro hospedaje y luego nos dirigimos al Centro Joven, donde pude recrearme con la amplia exposición que le habían dedicado a la revista El arca de las historietas (fotos en el blog de la publicación) y también a algunos compañeros de la AACE (Asociación de Autores de Cómics Española) y donde pudimos disfrutar de la primera de las charlas de la que éramos testigos. Pedro Espinosa y Jordy Usón hablaban sobre sus obras históricas relacionadas con la zona (Logroño y Calahorra respectivamente). Fue una charla de pu..., genial, donde descubrí a Pedro, un tío con gran talento, largo recorrido y muy majo. Además me reencontré con César Herce, compañero de aventuras comicquiles en diversas ocasiones y ahora centrado en el cómic de fantasía Los mundos de Akalanna y descentrado sicológicamente de todo lo demás. Luego cenamos y a dormir, que al día siguiente tocaba "trabajar".
El sábado se sumaron al lío los amigos de Zaragoza José A. Rubio (Renna, Little Renna, The End...) y David Daza (Transformers, Star Wars...) y Dani Zarzuelo (Renna, Little Renna), que se metió un palizón de viaje también viniendo desde Barcelona y los fundadores de la asociación logroñesa Comikreadores. Lo primero que hicimos fue montar las mesas con los cómics a la venta, entre ellos El arca y DOS. Primeros síntomas. Luego tocó el turno a otra charla, en esta ocasión Rubio, Daza y Zarzuelo hablaron de Little Renna y Star Wars (entre otras muchas cosas). Les siguieron los "comikreadores" y luego nosotros; Buceta y servidor. Jordy Usón nos hizo de moderador y pudimos contar todos los secretos y misterios que envuelven a una revista de pu..., maravillosa como es El arca de las historietas. Después tuvimos que sucumbir al sonido de nuestras tripas e ir a comer. Fue toda una experiencia, pues acabamos en una terraza al aire libre, bajo unas carpas, comiendo una deliciosa paella. Reposamos un ratito y, para bajar la comida, hicimos una rápida excursión por la ciudad con guía incluída.
Por la tarde nos dedicamos a vender nuestras obras, dedicadas, firmadas y "selladas" (haciéndome con un ejemplar de Little Renna para mi peque), César y yo nos "escapamos" un ratito para disfrutar de los originales de Akalanna y comentar ciertos asuntos pendientes, y aún dio tiempo para estar presentes en la última charla, sobre el cómic y el cine, impartida por David Daza y Rubén Sedano. Para rematar las jornadas, un concierto de clausura con el grupo metalero BlackDrops Remains, que sonaron contundentes y técnicos, buenos ingredientes para conseguir buenos resultados profesionales.
El domingo, después de la "resaca" comiquera, comimos con César y su familia y, muy a nuestro pesar, tuvimos que partir de vuelta. Llegamos sanos y salvos, contentos, satisfechos y cansados. Con una conclusión en nuestras cabezas: habían sido unas jornadas...
...¡DE PUTA MADRE!
1 comentario:
Parece que lo pasasteis muy bien.
Me alegro.
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