Aunque no fuí físicamente al Salón de Barcelona hasta el viernes, podría decirse que mi primera visita fue el jueves. Y es que ese día, los compañeros de fatigas y del fanzine Sinónimos de Lucro, Buceta y Gabi, estuvieron como público en el programa de Buenafuente. Consiguieron "colar" una taza del fanzine en el programa, que el humorista "showman" catalán estuvo utilizando durante una gran parte del principio del programa (próximamente más información al respecto en la web de Sinónimos de Lucro). Además, en ese programa, y coincidiendo con el primer día del Salón, Buenafuente dedicó el monólogo al cómic y a dicho evento. Debo decir que Buenafuente me parece un gran profesional, para mí el mejor showman y monologuista sin duda de este país. Pero demostró (tanto él como los guionistas del programa), que no tiene ni idea del mundo del cómic. El monólogo básicamente consistió en dejar en evidencia a los aficionados a las viñetas, retratándolos como frikis solitarios, que ahuyentan a las féminas (a las cuales, según él, es imposible verlas por el Salón). Nombró los tebeos que cualquiera puede conocer (Asterix, Capitán Trueno, Mortadelo y Filemón...) e incluso se atrevió a hacer un chiste fácil con el manga. En resumen, me pareció preocupante que, a día de hoy, aún pueda tenerse una imagen semejante del mundo del cómic, de los profesionales y del aficionado.
En cuanto al Salón, me pareció más de lo mismo de cada año. Pocas ideas, una entrada demasiado cara para el simple aficionado que sólo quiere pasar un rato allí dentro y comprarse alguna cosa (que puede encontrar en cualquier librería de este país), las típicas exposiciones, algunas más interesantes que otras: Ana Miralles, Joso Goes To Hollywood, Corto Maltés, Una Exposición de Película, Los Ritmos del Cómic, By Vázquez, El Príncipe Valiente, La Revolución de los Pinceles, Las Serpientes Ciegas, Rantifuso, Del pincel al píxel y algunas exposiciones paralelas: Holanda, el plaer de dibuixar, Puta Guerra, Gallardía clásica, Manel Fontdevila. Sobre estas expos tenéis información detallada en la web de Ficomic. Sesiones de firmas con distintos autores, charlas y coloquios, entrevistas con editores (yo mantuve una con Dolmen pero por ahora voy a reservármelo para mí, a la espera de ver como prospera el tema...). Una parte reservada al ocio del videojuego con la X-Box 360, la mítica furgoneta de El Equipo A expuesta coincidiendo con el próximo estreno de la película (que buenos recuerdos me trae esa serie, aunque la "quemen" una y otra vez con las reposiciones). Me pareció gratificante ver un stand dedicado a los autores y obras gallegos (aunque en demasiadas ocasiones son siempre los mismos). La representación editorial fue la esperada, aunque el stand de Panini era bastante "ridículo" en cuanto a dimensiones. Muy simpático el de El Jueves, forrado todo en cartón, reflejando un bajo presupuesto debido a la crisis. La representación librera prácticamente nula, y no me sorprende, pues algunas editoriales aprovechan para montar el stand y vender sus propias obras con un descuento que los libreros no pueden asumir y por lo tanto prefieren no asistir. En fin, como dije, un Salón más, que la mayoría de las personas con las que hablé coinciden en describir como "flojo" e incluso "decepcionante".
Por la parte personal no me quejo. Estuve el viernes y el domingo, a ratos en el stand de Sinónimos de Lucro, a ratos dando vueltas por el Salón comprando, ojeando, escuchando, hablando, haciendo fotos... Vi a amigos de toda la vida que hacía un año no veía (desde el último Salón), vendí algún que otro ejemplar de DOS y LAW&CO., conocí a los compañeros del fanzine Excelsior, a Álvaro Pons (no lo conocía in person aún), a algunos dibujantes con los que sólo mantenía contacto vía e-mail, me encontré con la amiga María Vilar y el amigo Nacho (ambos de Vigo)... la verdad es que me lo pasé bien y fue uno de los años que más aproveché el Salón. La experiencia del stand de Sinónimos de Lucro seguro que Gabi y Buceta podrán explicarla mucho mejor que yo en un próximo post en la web del fanzine, porque fueron los que más curraron esos días. Yo estuve por allí lo que pude y me dejaron y lo que puedo decir es que es una experiencia gratificante y dura a la vez. La gente se resiste a comprar un fanzine, aunque sea a un precio simbólico de 2 ó 3 euros (como el Sinónimos o el Excelsior). Muchos piensan que el mundo del fanzine tiene que estar ligado a hacer demasiado el payaso y atosigar a los compradores, con lo cual estoy totalmente en desacuerdo.
En resumen, me lo pasé muy bien el tiempo que estuve por allí, al margen de lo que aporte o no el Salón, y eso para mí es suficiente. El próximo año veremos en qué faceta vuelvo (autor, comprador, editor, vendedor...), pero estoy casi seguro de que volveré.
1 comentario:
Preocupante lo que cuentas del Buenafuente a estas alturas, cuando la "normalización" por medio del cine se supone que debería haber llegado al medio... pero es que mí el programa y él en particular (aunque el monólogo es culpa de los guionistas que cayeron en los típicos clichés) no me gustan nada así que no me extraña lo que cuentas que soltó por la boca.
En cuanto al Salón, espero poder ir el año que viene aunque sea a conocer a la gente con la que intercambio opiniones y trabajo desde hace años que ya hay ganas.
¡Un abrazo David!
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